Raros son aquellos que han subido a la cumbre de la montaña. A menudo viven solos y desde esa persectiva perciben el mundo que los rodea(...) Constituyen un ejemplo de que la montaña puede escalarse.Algunos viven vidas activas, recibiendo visitantes, otros acampan y no atraen la atencióm hacia sí mismos.
Todavía más raros son aquellos que habiendo alcanzado la cumbre de la montaña descienden y viven una vida de constantes ascensos y descensos (...), ayudando a los otros a atarse las botas, llenando botellas de agua para ellos, echándoles cuerdas, ayudándoles en los desniveles y escalando colinas, animándoles a seguir en los momentos de desánimo. Nunca se detienen a descansar, pues están siempre guiando a subir la montaña.
MARIANA CAPLAN, A mitad del Camino
Mientras leía un libro que me obsequiarón hace tiempo, pensaba. -Ciertamente, así sería alcanzar la cima del alma- Díficilmente se logra subir a la cumbre de la montaña del ser, a veces para lograrlo solo se necesita tocar fondo y caer en la mera realidad de que todo es parte de la esencia misma que desconocemos continuamente.Todos a nuestra vez vivimos vidas muy activas donde ya sea que seamos parte del andar de más seres o simple soledad.
No todos logramos seguir luchando e intentando subir la extensa montaña de aprendizaje y crecimiento espiritual, muchos descendemos antes de lograrlo y muchos mas tememos dar el primer paso para alcanzarlo. En mi andar he conocido pocas pero muy especiales seres que han logrado alcanzar esa cima, por ello puedo decir que si es posible alcanzarla siempre que se tenga el querer, y voluntad de alcanzarlo. Sin embargo mas admirable será para mi el que pese a todo sean capaces de ser la motivación, el apoyo y la constante Claridad de alguien más.
Gracias a quienes han sido mi guía y ánimo en algun momento de mi camino.*
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